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Anulado el ERE previsto en Coca-Cola

  • Tomàs Martínez
  • 18 abr 2015
  • 2 Min. de lectura

Esta semana el Tribunal Supremo ha declarado improcedente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ejecutó a finales de 2013 la empresa embotelladora de Coca-Cola en España, Iberian Partners. Tras varios meses de decisiones judiciales, la multinacional americana se ve obligada a readmitir a los 821 trabajadores despedidos.

La decisión del Supremo, no obstante, no soluciona todos los problemas relativos al ERE de la empresa de bebida energética. Coca-Cola cerró cuatro plantas de producción, situadas en Alicante, Colloto (Asturias), Palma de Mallorca y Fuenlabrada (Madrid). Precisamente fue la intención de la compañía, que pretendía cerrar estas cuatro fábricas, la que propició la movilización de los trabajadores –principalmente en Fuenlabrada–. Ante el inminente cierre de fábricas, se llegó a proponer el traslado de los empleados a otras plantas, pero no se alcanzó un acuerdo con los sindicatos.

Tras varios recursos judiciales, finalmente los trabajadores han conseguido que la Audiencia Nacional primero y el Tribunal Supremo después les otorgasen la razón en la resolución de este conflicto. El motivo parece claro: la empresa no reúne las condiciones suficientes para aplicar el ERE. Así lo determinó un informe de Inspección del Trabajo, que alegaba que la compañía no explicaba de forma clara las causas que llevaban a la reestructuración de la plantilla. Además, posteriormente, la empresa vulneró el derecho de huelga de los trabajadores tras distribuir en la planta de Madrid productos elaborados en otras fábricas de la compañía.

Este último punto referente a la vulneración del derecho de huelga ha resultado clave en la resolución del conflicto por la vía judicial, pues anula cualquier otro recurso presentado por la embotelladora de Coca-Cola. Los trabajadores deben ser readmitidos. Sin embargo, las cuatro plantas supuestamente conflictivas ya están cerradas. Aunque los trabajadores de la fábrica de Fuenlabrada reclaman que se vuelva a abrir la planta, escenario que la compañía no contempla. De momento, los empleados despedidos cotizan de nuevo y están cobrando las mensualidades que no percibieron durante los últimos 17 meses.

 
 
 

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