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La eterna negociación griega

  • Javier Borràs
  • 23 may 2015
  • 2 Min. de lectura

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Las negociaciones entre Grecia y la Troika siguen como siempre: sin acuerdo. Pero ahora la cosa está más justa de tiempo. El 5 de junio el gobierno de Grecia ha de pagar 300 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). Si no lo hace, empezarán los problemas de impago y solvencia del estado. Las negociaciones quieren evitar esta situación, pero ninguno de las partes da su brazo a torcer. El gobierno de Syriza liderado por Alexis Tsipras pide rebajar algunas condiciones (los llamados “ajustes”) que se le piden para llegar al acuerdo. La mayoría son en aspectos que tocan políticas sociales, pero destacan cuatro que el gobierno griego ve como 'líneas rojas':

  • Liberalizar el mercado laboral: que sea más fácil contratar y despedir, y las empresas tengan menos regulación restrictiva. El gobierno griego apuesta por cambiar la legislación laboral, pero no liberalizar masivamente, porque considera que perjudicaría aún más a un sector productivo ya débil.

  • Subir el IVA: sobretodo en los productos con este impuesto reducido. El gobierno de Tsipras quiere hacer cambios en las tasas a productos de lujo, alcohol y tabaco, aunque puede no ser suficiente a la hora de recaudar.

  • Bajar las pensiones: el gobierno está en contra, ya que quiere optar por erradicar los problemas que provocan baja financiación en las pensiones (trabajo en negro, desempleo) en vez de quitar dinero a los pensionistas.

  • Sistema financiero: con medidas distintas sobre cómo gestionar el sistema bancario griego y sus problemas.

Los griegos tienen estas 'líneas rojas', pero la Troika no da su brazo a torcer. Una de las posibilidades que se entreven es que el 5 de junio (recordemos, día que Grecia debe pagar al FMI) se ofrezca un ultimátum unilateral por parte de la Troika en el último momento para evitar un escenario peor. La salida del euro sería uno de los peores, pero ya se ha especulado hace mucho con el tema y no ha pasado. Por ejemplo, el ministro de Economía español, Luís de Guindos, ha descartado salidas de la moneda única y ha dicho que puede haber pacto “en los próximos días”. Las declaraciones van y vienen.

Al final, Grecia dice que quiere un acuerdo “sin condiciones humillantes”. La humillación es un término abstracto, y más en política, por lo que aún hay puertas abiertas al acuerdo. O no, pero todavía quedan dos semanas donde se puede seguir mareando la perdiz.

 
 
 

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