Promesas imposibles: Capítulo 1746, la bajada del IVA
- Bárbara Menéndez
- 23 may 2015
- 2 Min. de lectura
No es ninguna novedad que cada campaña electoral los ciudadanos tenemos que soportar un saco enorme de mentiras y de promesas electorales que, tras las elecciones, se acaba llevando el viento (o más bien las ambiciones políticas del partido ganador). Una de las promesas que más ha rechinado en los oídos de los votantes ha sido el anuncio de Mariano Rajoy de bajada del IVA de cara a 2016, enmarcado en un mitin en Vigo en el que reinó su ya habitual falta de carisma y “lapsus” varios.
Lo que seguramente no se esperaba el actual presidente del gobierno era una rápida y crítica respuesta por parte de Gestha, el sindicato de técnicos de Hacienda, quienes aseguran que “no sería la medida más aconsejable” una bajada de IVA en los tiempos actuales. El secretario general, José María Mollinedo, explicaba que el efecto que tendría tomar esta medida sería bastante crítico para la economía española en la que, pese a la sensación popular de ahogo, la tasa de ingresos (que no la tasa del propio impuesto, que globalmente ronda la media de la Unión Europea) por este impuesto en relación al PIB es la más baja de los países de la UE.
En una postura bastante impopular, Mollinedo también aseguraba que a pesar de que la Gestha se opuso a las últimas dos subidas de IVA (la primera llevada a cabo por el gobierno del PSOE y la última por el PP), los actuales porcentajes “ya están consolidados y asumidos por los ciudadanos”. Apuntaba a la vez que lo realmente importante es combatir contra el fraude en el pago de este impuesto: “lo deseable es reducir la evasión en el IVA antes de plantear una rebaja”. Por último, el secretario general de Gestha recordaba la necesidad de reducir el déficit público y el papel crucial que juegan los ingresos por IVA en este proceso.
De esta manera, parece que el camino que tendría que haber tomado Mariano Rajoy – y estrategia que deberían de seguir el resto de partidos – es el de la recalificación de las actividades económicas en los distintos tipos de IVA: no parece muy lógico que unos pañales, los servicios funerarios o gran parte del material escolar estén dentro del grupo del IVA general del 21%, al mismo nivel que el tabaco, el alcohol o la compra de coches, entre otras actividades que sí podríamos considerar “de lujo”. La clave pasa por reubicar con coherencia estos estándares.
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