¿Sant Jordi, un oasis en el sector del libro?

La Diada de Sant Jordi siempre es un día especial en Catalunya. Pese a no ser festivo, se multiplica la actividad en la calle y el gremio de los libreros se frota las manos ante el día más productivo del año. El 23 de abril culmina una semana en la que los libros copan los medios de comunicación y como consecuencia aumentan sus ventas. Sin embargo, una golondrina no hace verano.

El editor de Anagrama reconocía recientemente en ARA que “es como si hubiésemos tocado fondo y empezara una tímida pero prometedora recuperación”. Pero el camino para recuperar las cifras de negocio previas al estallido de la crisis económica será muy largo.

Si bien es cierto que por primera vez desde 2009, el sector librero ha frenado una tendencia de facturación a la baja, el gremio no pasa por su mejor momento. Entre 2013 y 2014, Catalunya perdió 171 librerías. 132 de ellas, en la provincia de Barcelona.

Además, la actividad se concentra básicamente en Catalunya y Madrid. Ambas comunidades autónomas aglutinan el 91,9% de la facturación de libros en España, según recoge el informe El Sector del Libro en España, impulsado por el Observatorio de la Lectura y el Libro (datos de 2011). De hecho, Catalunya es la Comunidad Autónoma donde se venden más libros. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2014 se vendieron el 20,9% de los libros despachados en España.

En clave catalana, también cabe destacar las ventas de los libros en la lengua propia de la Comunidad Autónoma. Según el informe del Comercio Interior del Libro en España, de la federación de gremios de editores de España, el año 2013 se facturaron 203,83 millones de euros en literatura escrita en catalán. Esto implica que el catalán es la lengua autonómica más destacado en este ámbito, por delante del vasco o el gallego. Sea como fuere, en Catalunya las cifras están por encima de la media, pero tampoco son para tirar cohetes. Lo que falta es que el espíritu de la Diada de Sant Jordi se mantenga a lo largo del año.

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