Arranca la campaña "electoeconómica"

La pasada medianoche dio comienzo la campaña electoral correspondiente a las elecciones municipales – y autonómicas en 13 CCAA – del próximo 24 de mayo. Los candidatos de los diversos partidos afrontan un duro período en el que convencer a la gente de que la recuperación en sus manos es posible es cada vez más difícil; de hecho, y tras los resultados del CIS publicados ayer, se prevé que las alianzas entre partidos serán la clave para poder gobernar.

Pese a esta previsión, los resultados siguen dando la victoria global al Partido Popular, seguido muy de cerca por el Partido Socialista; el crecimiento de Podemos o Ciudadanos no ha podido destruir (aparentemente) el bipartidismo tradicional, aunque como se ha apuntado, su intervención será decisiva para decidir el futuro de muchos ayuntamientos y Comunidades Autónomas.

Fuente: El País

Frente a este contexto, la economía española está en una situación de stand by e incertidumbre ante su posible futuro más inmediato. Las posturas económicas están, a priori, bastante definidas y a grandes rasgos los diferentes partidos optarían por uno de los dos modelos tradicionales para desarrollar sus políticas: el neoliberalismo o el keynesianismo. Muchos economistas han alabado las ventajas de uno y otro en relación al momento actual de discreto crecimiento que estamos atravesando, pero lo cierto es que frente a la incertidumbre actual, todas las cavilaciones y propuestas son bastante inestables.

Además, hay que tener en cuenta que se parte de otra idea predefinida: ¿la recuperación económica pasa por las empresas o por las personas? Por ejemplo, este discreto crecimiento actual que hemos citado antes ha repercutido básicamente en las grandes empresas por las facilidades económicas y fiscales que ha recibido por parte del gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo, la tasa de paro española sigue siendo inasumible y la miseria (desahucios, hambre, etc.) sigue estando a la orden del día. Sin embargo, hay varias formaciones que defienden que el crecimiento económico pasa por la recuperación de poder adquisitivo y calidad de vida de las familias.

Ante esta situación, cuando el próximo 24 de mayo los ciudadanos acudan a los colegios electorales a depositar su voto, pensar en clave económica será mucho más decisivo que hacerlo en clave ideológica. ¿Qué modelo será el elegido?

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